• Un EsPaCiO pArA cOnOcEr MáS dE cErCa A lA cIuDaD qUe NuNcA dUeRmE... pArA dEsCuBrIr QuÉ nO lA dEjA dOrMiR...

  • A quién no le han contado alguna vez algún relato extraordinario pero que sin embargo roza el costado de lo increíble. Son experiencias que le ocurrieron al amigo de un amigo o al vecino de Fulanito pero que dentro de la cadena de relaciones nunca permiten llegar a la raíz del asunto. Lo cierto es que esas historias constituyen las leyendas urbanas de cada ciudad, sus cualidades míticas.

2007-10-04

El coche de la policía


Un conductor borracho fue obligado a parar por la policía. Mientras el oficial de policía le estaba pidiendo la documentación, un accidente ocurrió muy cerca, lo que obligó al oficial a alejarse unos minutos. Aprovechando el momento, el conductor borracho se dio a la fuga, llegó a su casa, metió el coche en el garaje, cerró el garaje con llave y le dijo a su mujer que, si alguien preguntaba, dijera que él había estado toda la noche en casa y que no había salido para nada. Unas dos horas después, la policía se presentó en su domicilio. El conductor borracho y su mujer dijeron que no habían salido de casa en toda la noche, pero la policía les pidió que les indicaran dónde guardaban el coche. Cuando abrieron el garaje, apareció dentro el coche de la policía, con las luces superiores todavía encendidas y dando vueltas.

El Cadillac de cemento

Un camionero que conduce un camión de cemento llega a su casa por la noche y descubre un Cadillac descapotable aparcado en la entrada de su garaje. Las luces de la habitación de su mujer están encendidas y se ve a un hombre con ella. Sospechando que su mujer tiene un affair, llena el coche del desconocido con cemento líquido hasta que éste queda totalmente solidificado e inservible. Después se dará cuenta de que ese coche era un regalo sorpresa que le había preparado su mujer, para el cual había estado ahorrando durante años. Y que el hombre que estaba en la casa era el vendedor, con el cual estaba cerrando la negociación.
En otras versiones, la mujer está realmente teniendo una aventura, pero el marido celoso vierte el cemento sobre un coche equivocado, ya que mientras tanto el amante sale de la casa, monta en una bicicleta y se aleja de la escena.