Este a mí me llegó por correo electrónico en forma de advertencia al visitar lugares donde hay juegos infantiles como las populares albercas de pelotas. Una madre consternada narra que su hijo fue mordido fatalmente por una víbora que se encontraba en el juego. Al ir a reclamar al restaurante (generalmente de comida rápida) comienzan a buscar la evidencia para encontrar al fondo de la alberca de pelotas un nido de víboras.
Un poco de cultura general acerca de biología podría ayudarle a saber que las víboras ni por error harían nidos en un juego tan alejado del calor solar y tan concurrido por niños que podrían molestar a las crías.
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