• Un EsPaCiO pArA cOnOcEr MáS dE cErCa A lA cIuDaD qUe NuNcA dUeRmE... pArA dEsCuBrIr QuÉ nO lA dEjA dOrMiR...

  • A quién no le han contado alguna vez algún relato extraordinario pero que sin embargo roza el costado de lo increíble. Son experiencias que le ocurrieron al amigo de un amigo o al vecino de Fulanito pero que dentro de la cadena de relaciones nunca permiten llegar a la raíz del asunto. Lo cierto es que esas historias constituyen las leyendas urbanas de cada ciudad, sus cualidades míticas.

2009-11-02

La niña y las monedas de oro

Esta historia es muy conocida en en interior de Buenos Aires, pues existe una antigua casa en las afueras limítrofes de la Capital Federal está encantada y cuenta que en ella hace mucho tiempo vivía una familia acomodada que tenía una hija pequeña y varias criadas a su servicio.Una noche mientras la niña dormía escuchó unos ruidos en el pasillo, abrió lentamente la puerta de su cuarto para mirar el pasillo que comunicaba los cuartos, enormemente largo y oscuro, lleno de cuadros y enlosado.Al final del pasillo la niña vio lo que parecía un niño de su edad levantando una de las losetas y metiendo algo dentro de un hueco en el suelo. La niña no podía creerlo, lo que vió relucir en la mano del muchacho al pasar por la tenue luz que entraba por la ventana eran monedas de oro.Cuando el niño se fue salió y se dirigió hacia allí; entonces apareció una de las criadas con una vela enorme que también había visto lo que había pasado y quería sacar partido.Decidieron que no dirían nada a nadie, todas las noches se acercarían y con la ayuda de la luz de la vela levantarían la loseta y sacarían las monedas hasta acabarlas. Todas las noches la niña,que por su tamaño cabía dentro, se metía en el hueco bajo la loseta e iba dando monedas a la criada, quien las iba guardando en un enorme saco. Las noches pasaban y aquel tesoro parecía no acabarse nunca. Cada noche que pasaba la vela iba consumiéndose más y más, pero las monedas seguían saliendo a pares y no querían dejarse ninguna.Una noche en medio de su labor la vela comenzó a parpadear haciendo amagos de apagarse, la criada le dijo a la niña que saliera del hueco, que ya tenían dinero de sobra. La niña le hizo caso y abandonó el escondrijo, pero en el último momento una moneda cayó del saco al hueco y, en un acto de avaricia y sin pensárselo siquiera, la muchacha se metió de nuevo en el hueco. La criada intentó agarrarla pero no pudo, mientras le gritaba que por favor saliera de allí y dejara la moneda, pero en medio de ese griterío la vela terminó de apagarse. En el momento justo en que el último rayo de luz salió de la vela la loseta se cerró ante los ojos de la criada dejando a la niña dentro.La criada decidió no decir nada a nadie, los padres dieron a la niña por desaparecida y el tema se fue olvidando con el tiempo. Pero aún en la actualidad dentro de esa casa se siguen oyendo por las noches los gritos de auxilio de la niña que repiten noche tras noche en el pasillo "Por favor...socorro...sacadme de aquí...". Incluso la policía ha acudido multitud de veces ante la llamada de los vecinos que oían voces pidiendo ayuda, pero al llegar al viejo caserón lo único que siempre han encontrado es una vela vieja y consumida puesta justo en el centro de una loseta...

Terror en la ruta

Una de las historias populares más macabras entre las creadas en el siglo XX es la que hace referencia a un conductor que en el último momento decide no recoger a un viajante. Generalmente el narrador comienza diciendo: "¿Te conté lo que le ocurrió a mi amigo? Bueno, de hecho fue a su primo..." Y continúa así: Un automovilista va conduciendo por una carretera, cuando ve a un hombre joven con el pulgar levantado. Al disminuir la velocidad para recogerlo queda consternado al ver que detrás de los arbustos o árboles de la carretera asoman dos o tres compañeros suyos.
Considerando quizá que están abusando de su generosidad, o tal vez alarmado ante la posibilidad de que se trate de una banda de ladrones, el conductor decide en el último momento no recogerlos. Los viajantes se encuentran ya bastante cerca del coche, pero el conductor pisa el acelerador a fondo y se aleja tan rápido como puede. Los viajantes parecen enojados: gritan y chillan mientras el automovilista se aleja. Feliz de haber logrado escapar a tiempo, el conductor sigue su camino unos kilómetros sin detenerse. Después, al comprobar que el indicador de la gasolina se acerca al cero, se para en una estación de servicio.Acto seguido observa que el operario de la estación de servicio, lívido como la cera, se aparta horrorizado del coche. El conductor baja para ver qué es lo que pasa, y queda paralizado de horror ante lo que ven sus ojos.
Atrapados en una de las manijas de la puerta hay cuatro dedos humanos.

El Hombre sin Ojos

Relatan algunos habitantes que hace tiempo solía verse a un hombre sin párpados deambular por los vagones de la línea de ferrocarril Mitre. Numerosos testimonios daban cuenta de que siempre subía o bajaba del tren en la Estación Coghlan.Sobre su aspecto circulaban distintas explicaciones. Según algunos, se trataba del alma de un muerto que se había suicidado arrojándose a las vías. Según otros, era un hombre de la zona que al momento de morir padecía una terrible infección ocular. Más allá de estas discrepancias, todavía muchos vecinos del lugar buscan en el andén los ojos del hombre sin párpados, a los que se le atribuyen poderes mágicos.

2009-09-09

El próximo sos vos

Aquella noche todo fue muy extraño. Estábamos en un descampado cerca de mi barrio. Hicimos una fogata y nos sentamos alrededor del fuego a charlar, cuando Marcelo nos propuso jugar al juego de la copa. Yo tenía un poco de miedo por todo lo que había escuchado sobre ella, pero, pensándolo fríamente, ¿por qué voy a tener miedo es solo un juego? Al final nos decidimos. Pusimos el tablero y todo, y empezamos a preguntar cosas. Sorprendentemente la copa se fue moviendo, y yo me quedé sin aliento. ¡Era increíble! De repente, la copa explotó. Aquello fue demasiado. Decidimos que ya era hora de que cada uno volviera a su casa. Aquella noche me desperté varias veces porque encontraba la luz del baño encendida. A la mañana siguiente le pregunté a mis viejos si ellos habían estado yendo al baño por la noche. Me contestaron que no. Pasé por alto ese incidente y no quise darle más importancia. De camino al instituto pasé por delante de un banco donde había un hombre sentado. Cuando avancé un poco más noté que ese mismo hombre me seguía. Iba vestido con gabardina negra y sombrero oscuro. No me daba buenas vibraciones, así que aceleré el paso. Él también lo hizo. Para no parecer paranoico opté por otra estrategia: me paré en seco, como si me fuera a atar los cordones de los zapatos, para ver qué hacía él... ... Se me acercó al oído, y en un susurro me dijo: no juegues con fantasmas cuando no sabes qué son. Me quedé de piedra. En cuanto pude, llamé a todos con los que estuve aquella noche y se lo conté. Quedamos otra vez en el descampado. Ninguno de nosotros habló porque no había nada que decir: habíamos jugado con fuego y nos habíamos quemado. De repente, un hombre emergió de la sombra. Llevaba un instrumento afilado en la mano. Se dirigía hacia nosotros. Salimos corriendo. Cada uno a su casa. Pero a Marcelo y a Silvia no los vimos más. Ahora, cuando miro sus fotos, siento como si me sonrieran y me dijeran: el próximo sos vos.

La Dama Vestida de Negro

En San Gregorio, localidad cercana a Venado Tuerto, Provincia de Santa Fe, sus pobladores relatan que una mañana de cerrada llovizna, un abastecedor del frigorífico Maru de Rufino encontró en la ruta 14 a una mujer vestida de negro que hacía el tradicional gesto de autostop.La llevó hasta la ciudad y cuando la dama se bajó, tras agradecerle por haberla acercado hasta escasa media cuadra de su casa, le dijo su nombre: Nancy Núñez. Poco después, el hombre se enteró de que Nancy Núñez había fallecido un año y medio atrás en un extraño accidente, cuando la avioneta que piloteaba su marido había perdido una de sus ruedas impactando en el auto que ella conducía, lo que le había causado la muerte instantáneamente.El sorprendido abastecedor descubrió también que el lugar en donde había parado para levantar a la mujer, entre Cristophersen y San Gregorio, era exactamente el sitio donde había ocurrido la tragedia que poco antes había conmocionado a la localidad. Otros testimonios dan cuenta de la misma aparición, en la misma ruta, a la altura del lugar del accidente.

2009-03-28

La pareja que se quedó atrapada en el coche

Una pareja estaba haciendo el amor dentro del coche, estando él encima de ella. Debido a los esfuerzos y movimientos extraños que tuvo que realizar el para cumplir con su tarea en un espacio tan reducido, el hombre tuvo una torcedura en la espalda....
A consecuencia de ello, de repente se vio incapaz de descabalgarla a ella, que tampoco podía moverse porque estaba atrapada bajo el cuerpo de él.
La desafortunada pareja se encontraba atrapada dentro del coche. Finalmente, ella consiguió accionar el claxon del coche con uno de sus pies, de modo que acabó llegando ayuda. Tuvieron que traer potentes herramientas con el objetivo de separar a la pareja cortando el coche en dos piezas.
Se llevaron al hombre en una ambulancia y los rescatadores le dijeron a la chica que no se preocupase, que su novio se pondría bien tras una corta visita al hospital, a lo que ella contestó:- "!Y a mí que me importa! ...Lo que me preocupa es cómo voy a explicar a mi marido lo que le ha pasado a su coche".

2009-01-16

Un cadáver en la cama

Una pareja de recién casados decide celebrar su luna de miel en las Vegas. Cuando la pareja llega a la habitación del hotel, la mujer se da cuenta que la habitación tiene un olor desagradable, y decide llamar al servicio del hotel para que se deshagan del olor. Unos minutos después, algunos hombres estaban limpiando la habitación con desinfectantes, de aromas muy fuertes para ocultar el hedor. La mujer decide no darle importancia al asunto del olor y decide dormir con un poco de perfume en su almohada.
A la mañana siguiente el olor era insoportable y llama al servicio del hotel nuevamente, el cual revisa por todas partes, y cuando levantan el colchón de la cama.........
¡¡¡Se dan cuenta de que había un cadáver bajo la cama!!!

2008-12-13

Confusión, confusión...

El sábado a la tarde, un hombre termina en un hotel alojamiento, más conocido como "telo".
Cuando ingresa al estacionamiento con el auto, ve, unas filas más adelante, el auto de su amigo. Inconfundible, la calcomanía en la luneta trasera, ese color verde horrible y sus tan preciadas tazas plateadas. Antes de entrar, para hacerle una broma, se le ocurre sacarle una de las tazas al auto. Algo que sabía que le iba a doler muchésimo, por cómo las cuidaba.
El domingo a la tarde, sale a dar una vuelta y decide pasar por la casa de su amigo a devolverle su tan preciado tesoro, ya que se imaginaba iba a estar tirado en su sillón lamentando que le hayan robado una de las tazas del auto.
Llega a su casa, toc timbre, sale y se produce la siguiente situación:
A: "Que hacessssss !!?? Como andas !!??"
B: "Bien loco... ¿vos?"
A: "Todo bien, todo bien"
B: "Te traje un regalito !!!"Saca la taza del baúl de su auto y le dice:"Te la saqué ayer en el telo de ahí de Caballito, jejeje. Igual esto queda entre nosotros, eh"
A: Él abre un poco más la puerta de su casa y grita:"Gordaaaaa !!! Acá te vinieron a devolver la taza del auto que te robaron ayer a la tarde en el estacionamiento del Supermercado !!!

Leyendas urbanas en torno al BRINDIS

Una amiga me dijo que hay que brindar siempre con el vaso en la mano izquierda, eso predispone a sexo eterno.
A esta frase, siguieron otros mitos o leyendas urbanas que dicen:
- No brindar con agua, es mala suerte
- Siempre brindar con alcohol
- No chocar las copas, es mala suerte. Las copas se levantan pero no se deben chocar
- No brindar con vasos de plástico
- Cuando se brinda, hay que mirar al otro a los ojos, sino son 7 años de mal sexo (mas mala suerte que esto no creo que haya)
- Siempre que se brinda, antes de dejar el vaso o la copa sobre la mesa, se debe dar un sorbo, sino, es mala suerte
- No brindar con el vaso vacío. Es mala suerte.
- Las mujeres solteras deben brindar primero con los hombres si es que quieren dejar la soltería.

2008-10-14

El cuidador del cementerio

En el año 1910 un empleado que había sido cuidador del cementerio de la Recoleta durante 29 años, se suicidó. Su nombre era David Alleno, un inmigrante italiano que, aunque de origen humilde, era un enamorado del arte. Aparentemente, esta persona estaba fascinada con las maravillosas esculturas que adornan el cementerio, por lo que siempre tuvo el profundo deseo de que este sea su última morada y comenzó a ahorrar dinero para poder comprar su propia parcela dentro del cementerio. Su hermano, administrador del cementerio en aquel entonces, ganó la lotería y compartió el premio con David, lo cual le facilitó concretar su sueño. Así fue como construyó su propia tumba e inclusive viajó a su nativa Génova buscando a alguien que pudiera tallar su figura en mármol. Curiosamente, en la base de la misma, el escultor escribió: "fue cuidador del cementerio desde 1881 hasta 1910". Se dice que fue tal su emoción al ver la obra terminada y además, luego de leer esa frase, que no quiso contrariar lo que allí decía, por lo cual se suicidó para estrenar su bóveda.La persona que se encarga de la vigilancia nocturna jura haber visto el fantasma de David Alleno. Otros no lo han visto, pero aseguran que todavia se escucha el tintineo de las llaves a la hora en que comenzaban sus rondas, todas las noches.La bóveda tiene en la parte superior un busto de un señor con bigotes y en la puerta se lee "Juan Alleno", quien pudo ser el hermano o el padre de David, ya que ambos se llamaban igual.